domingo, 5 de febrero de 2012

lunes, 2 de noviembre de 2009

Conmemoración de los Fieles Difuntos


La Conmemoración de los Fieles Difuntos, popularmente llamada Día de Muertos o Día de Difuntos, es una celebración cristiana que tiene lugar el día 2 de noviembre, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrena y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.

En la Iglesia Católica [editar]
En la Iglesia Católica, para esta celebración se recita el Oficio de Difuntos y las Misas son de Réquiem, excepto cuando el 2 de noviembre cae en domingo, pues no se puede celebrar misa de exequias o de difuntos en domingo, razón por la que los cristianos orientales celebran esta fiesta en sábado, aunque puede pasarse al 3 de noviembre.
En España, Portugal y América es tradición que los sacerdotes celebren tres misas ese día. Una concesión parecida se solicitó para todo el mundo al Papa León XIII, pero aunque no la concedió, sí ordenó un Réquiem especial en 1888.

Fuente:http://es.wikipedia.org

Solemnidad de Todos los Santos ,1 de noviembre


Gocémonos todos en el Señor, al celebrar esta fiesta en honor de todos los Santos, de cuya solemnidad se alegran los Ángeles, y ensalzan al Hijo de Dios". Los Santos
La Sagrada Biblia llama "Santo" a aquello que está consagrado a Dios. La Iglesia Católica ha llamado "santos" a aquellos que se han dedicado a tratar de que su propia vida le sea lo más agradable posible a Nuestro Señor.
Hay unos que han sido "canonizados", o sea declarados oficialmente santos por el Sumo Pontífice, porque por su intercesión se han conseguido admirables milagros, y porque después de haber examinado minuciosamente sus escritos y de haber hecho una cuidadosa investigación e interrogatorio a los testigos que lo acompañaron en su vida, se ha llegado a la conclusión de que practicaron las virtudes en grado heroico.
Para ser declarado "Santo" por la Iglesia Católica se necesita toda una serie de trámites rigurosos. Primero una exhaustiva averiguación con personas que lo conocieron, para saber si en verdad su vida fue ejemplar y virtuosa. Si se logra comprobar por el testimonio de muchos que su comportamiento fue ejemplar, se le declara "Siervo de Dios". Si por detalladas averiguaciones se llega a la conclusión de que sus virtudes, fueron heroicas, se le declara "Venerable". Más tarde, si por su intercesión se consigue algún milagro totalmente inexplicable por medios humanos, es declarado "Beato". Finalmente si se consigue un nuevo y maravillosos milagro por haber pedido su intercesión, el Papa lo declara "santo".
Para algunos santos este procedimiento de su canonización ha sido rapidísimo, como por ejemplo para San Francisco de Asís y San Antonio, que sólo duró 2 años. Poquísimos otros han sido declarados santos seis años después de su muerte, o a los 15 o 20 años. Para la inmensa mayoría, los trámites para su beatificación y canonización duran 30, 40,50 y hasta cien años o más. Después de 20 o 30 años de averiguaciones, la mayor o menor rapidez para la beatificación o canonización, depende de que obtenga más o menos pronto los milagros requeridos.
Los santos "canonizados" oficialmente por la Iglesia Católica son varios millares. Pero existe una inmensa cantidad de santos no canonizados, pero que ya están gozando de Dios en el cielo. A ellos especialmente está dedicada esta fiesta de hoy.

viernes, 30 de octubre de 2009

LA EUCARISTIA: PAN DE VIDA


“Danos hoy nuestro pan de cada día”(Mt. 6, 11), pedimos en el Padre Nuestro. Sin embargo, ese alimento diario, que pedimos y que Dios nos proporciona a través de su Divina Providencia, no es sólo el pan material, sino también -muy especialmente- el Pan Espiritual, el Pan de Vida. Los hebreos se alimentaron del maná en el desierto. Era un pan que bajaba del cielo, pero era un pan material. Sin embargo, nosotros tenemos un “Pan” mucho más especial que “ha bajado del Cielo y da la Vida al mundo” (Jn. 6, 33). Ese Pan espiritual es Jesucristo mismo, Quien nos enseñó a pedir “nuestro pan de cada día” (Lc. 11, 3) y Quien se nos da en la Sagrada Eucaristía. El es ese Pan Vivo que bajó del Cielo para traernos Vida Eterna. Dios ha dispuesto que el pan material, el cual carece de vida, nos mantenga y conserve la vida del cuerpo. Y también ha dispuesto para nosotros ese otro Pan Espiritual que es la Vida misma, pues esa pequeña oblea, la Hostia Consagrada, es Cristo mismo con todo su ser de Hombre y todo su Ser de Dios. No podemos estar pendientes solamente del alimento material. El pan material es necesario para la vida del cuerpo, pero el Pan Espiritual es indispensable para la vida del alma. Dios nos provee ambos. “¡Cómo será la Vida que ese Pan Divino puede comunicar a nuestra alma! ¡Qué prodigio que la Vida misma pueda ser comida, pueda ser nuestro alimento espiritual! Quien lo recibe –si lo recibe dignamente- recibe la Vida de Dios misma. ¡Cuán admirable será la vida del alma en nosotros, que comemos un Pan Vivo, que comemos la Vida misma en la Mesa del Dios Vivo! ¿Quién jamás oyó semejante prodigio, que la Vida pudiera ser comida? Sólo Jesús puede darnos tal manjar. Es Vida por naturaleza; quien le come, come la Vida. Por eso el Sacerdote, al dar la Comunión dice a cada uno: ‘¡El Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo guarde tu alma para la Vida Eterna’(*)” (San Columba Marmion en Jesucristo, Vida del alma, 1917). (*) Nota: Estas eran las palabras para la Comunión antes de la Reforma Litúrgica del Concilio Vaticano II.

domingo, 25 de octubre de 2009

LOS ASESINOS DE LA ORACIÓN Y DE LA VIDA ESPIRITUAL



Nuestra Oración tiene muchas veces obstáculos para llegar a Dios y que sean aceptadas por él como ofrenda agradable, talvez sea tu caso, analiza tu vida leyendo estos pasajes de la Escritura decidiéndote a rechazar toda obra del enemigo y a caminar en “victoria” en el Nombre de Jesús, para poder resistir las obras del mal y luchar contra el enemigos y sus secuaces. Estos son los asesinos de la Oración:

Pecados no confesados: “Si hubiere visto maldad en mi corazón, el Señor no me habría escuchado” (Salmo 66:18) “Yo Yahvé, yo escudriño los corazones y sondeo las entrañas; yo doy cuenta a cada cual según su conducta y según el fruto de sus obras” (Jeremías 17:10)
La falta de Fe: “Y no pudo hacer allí ningún milagro. Tan sólo sanó a algunos enfermos imponiéndoles las manos. Jesús se admiraba de cómo se negaban a creer” (Marcos 6:5-6) “Al instante el Padre gritó: Creo ¡pero aumenta mi poca fe!” (Marcos 9:24) “Pero sin fe es imposible agradarle a Dios, pues nadie se acerca a Dios sin antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan” (Hebreos 11:6)
La desobediencia: “Samuel le contestó: ¿piensas acaso que a Yahvé le gustan más los holocaustos y los sacrificios que la obediencia a su palabra? La obediencia vale más que el sacrificio, y la fidelidad, más que la grasa de los carneros. La rebelión es un pecado tan grave como la brujería; la desobediencia es un crimen tan grave como la idolatría ¡ya que rechazaste la Palabra de Yahvé, Yahvé te echa de la realeza!” (1 Samuel 15:22-23)
Falta de transparencia con Dios y con los demás: “Todos llevamos los reflejos de la gloria del Señor sobre nuestro rostro descubierto, cada día con mayor resplandor, y nos vamos transformando en imagen suya, por ser esta la obra del Santo Espíritu” (2 Corintios 3:18) “Toda escritura esta inspirada por Dios y es útil para enseñar, rebatir, corregir y guiar en el bien. Así el hombre de Dios se hace experto y queda preparado para todo trabajo bueno” (2 Timoteo 3:16-17)
Falta de Perdón: “Y perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12) “Porque si ustedes perdonan a los hombres sus ofensas, también el Padre Celestial les perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los demás, tampoco el Padre les perdonará a ustedes” (Mateo 6:14-15) “Entonces Pedro se acercó con esta pregunta: ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas de mi hermano? ¿hasta siete veces? Jesús le contestó: No te digo siete, sino setenta veces siete” (Mateo 18:21) “Perdona a tu prójimo el daño que te ha hecho, así cuando tú lo pidas, te serán perdonados tus pecados” (Sirácides 28:2) “La envidia y la ira acortan la vida” (Sirácides 30:24)
Pedir por algo que no conviene a nuestra alma: “O si piden algo, no lo consiguen porque piden mal; y no lo consiguen porque lo derrocharían para divertirse” (Santiago 4:3) “Pues sus proyectos no son los míos y mis caminos no son los mismos que ustedes, dice Yahvé” (Isaías 55:9)
Ídolos en la vida: “No tendrás otros dioses fuera de mí” (Éxodo 20:3) “Hijo de hombre, esos hombres tienen a sus ídolos arraigados en su corazón. Están apegados a los que los hacen pecar” (Ezequiel 14:3) “Hijitos míos, guárdense de los ídolos” (1 Juan 5:21) “Por tanto hagan morir en ustedes lo que es “terrenal”, es decir, libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y el amor al dinero,, que es una manera de servir a los ídolos. Tales cosas atraen los castigos de Dios” (Colosenses 3:5-6)
La indiferencia hacia otros: “Porque tu amas a todos los seres” (Sabiduría 11:24) “Y tanta será la maldad que el amor se enfriará en muchos” (Mateo 24:12) “Lo mismo ocurre con la fe, si no produce obras, es que está muerta” (Santiago 2:17) además la indiferencia es pecado de omisión.
Indiferencia hacia la soberanía de Dios: “Es que dejaste la fuente de la Sabiduría. Si hubieras seguido el camino de Dios, sería la paz tu morada para siempre” (Baruc 3:12-13)
La voluntad rebelde: “Pero no se haga lo que yo quiero, si no lo que quieres tú” (Marcos 14:36) “Aunque el Hijo (Jesús) aprendió en su pasión, lo que es obedecer” (Hebreos 5:8) “Porque el Señor tiene los ojos puestos sobre los justos y los oídos atentos a sus peticiones; más el Señor se opone a los que hacen el mal” (1 Pedro 3:12)

Ahora que los conoces, deséchalos de tu vida, comparte la Palabra de Dios con otros hermanos en la fe y camina de la mano de Jesús, Dios es grande y poderoso, él te dará la gracia necesaria para poder caminar en “Santidad” y vencer la oscuridad. Sólo toma una decisión y acepta a Jesús en tu Corazón, corre y visítalo en el Santísimo Sacramento y rinde tu vida a él. Es el momento de encontrarte con Dios. Asiste a Misa las veces que puedas en la semana y confiésate ante un Sacerdote, verás que Dios hará grandes prodigios en tu vida, familia, trabajo, escuela, negocios, planes, proyectos, amistades, etc. Dios es fiel, él está a tu lado en este momento . Esta llamando a tu corazón. lee: Apocalipsis 3:20.
Comenta tu experiencia con otros e invítalos a formar parte de la familia de Dios. Vive de la mano de la Virgen María e imítala. Lee Lucas 1 y verás como fue la vida de ella. Aprende de ella y estarás más cerca de Dios. Gloria a Dios. Aleluya.
" No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia" (Isaías 41:10)
VEN ESPÍRITU SANTO, BAUTIZANOS CON TU PODER Y CON TU FUEGO. Aleluya
'Sino resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía es también vuestra fe' (1 Corintios 15:14)
PEDIDOS DE ORACIÓN:rccmonclova@hotmail.com
Todo sea para darle Gloria al Señor Jesucristo.ESPÍRITU SANTO LLENANOS DE TÍ

'Porque os transmití... lo que a mis vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras: que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce... ' (1 Corintios 15:3-5).

_Fuente: http://www.renovadosenelespiritu.es.tl/Asesinos-de-la-Oraci%F3n.htm

lunes, 31 de agosto de 2009

AL AMOR DE LOS AMORES JESÚS SACRAMENTADO


Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos y regalados amores. Amor me pides, Dios mío, y amor me das; tu amor es amor de cielo, y el mío, amor mezclado de tierra y cielo; el tuyo es infinito y purísimo; el mío, imperfecto y limitado. Sea yo, Jesús mío, desde hoy, todo para Ti, como Tú los eres para mi. Que te ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los besó la Magdalena convertida. Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido, como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana. Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho como a tu discípulo amado San Juan. Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor.
Por sólo tus amores, Jesús, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para el mundo soy una flor marchita, no tengo más anhelo que, amándote, morir.

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